miércoles, marzo 01, 2006

Prólogo Mes de Marzo de 2006

Ya finalizando con el formato iniciado en septiembre de 2005, se continuará con el análisis de los utensilios del Atrio y Tabernáculo, correspondiendo para el presente mes el Altar del Incienso, el cual antecede la entrada al lugar Santísimo. Por otra parte también se continúa con la breve cronología del Pueblo de Israel, describiéndose los acontecimientos que suceden al período de los Reyes. En lo referido a los mensajes, nos interesa destacar como nuestro Señor actúa día tras día en nuestras vidas, aún que no lo creamos. Por último creemos de mucha importancia aclarar lo que a continuación exponemos, ya que el tema de la muerte nos atañe a todos, tanto a los conversos como inconversos, dónde lo importante es tener claro que es morir y a dónde van nuestras almas si no aceptamos y seguimos a Nuestro Señor Jesucristo.

¿Cuál es el destino de las Almas Cuando Muere la Carne ?


“…Anhelo más de tu gloria, estoy sediento de ti, tu presencia llena mi vida, sin ti ya no puedo vivir. Buscando más de ti, deseando conocerte más, declaro en mi corazón que sin Ti yo muero..”

Grupo de Alabanza en tu Presencia 2ª Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Temuco


Que hermosa estrofa, realmente inspirada por el Espíritu Santo, y por lo demás nos identifica a todos a quienes amamos al Señor Jesucristo, ya que deseamos verle manifestado en Gloria y Majestad.
Como verán destaco la frase final “..Que sin Ti yo muero”, frase que la pueden asociar con las clásicas canciones románticas que los interpretes contemporáneos les dedican a sus amadas. En nuestro caso es lo mismo ya que se la cantamos a nuestro primer amor quién es Jesucristo el Señor, con la salvedad que es literal y no una hipérbole (o exageración) , es decir, realmente sin Cristo morimos, y en nuestros pecados. Cristo dijo: “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna” Juan 6:57, también dijo: “De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá la muerte” Juan 8:51, es decir, si le seguimos, le aceptamos, le adoramos, guardamos sus mandamientos, etc. haciendo todo lo que la palabra de Dios nos enseña, ¡¡no conoceremos la muerte !!.
Pero ¿que significa realmente que no moriremos, para quienes aceptamos y seguimos a Jesús?. En palabras simples es que nuestra alma no descenderá al Seol (Significa: Lugar de los muertos en Hebreo), sino más bien dormirá a la espera de la resurrección en la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, lo cual será como un abrir y cerrar de ojos, tal como se señala en 1 Corintios 15:52, es decir no nos daremos cuenta de cuantos años pasarán cuando de pronto despertaremos con el regreso del Mesías, cuando él nos resucite. Pero para quienes no le acepten y no se arrepientan de sus pecados, su alma morirá, es decir, descenderá al Seol concientemente quemándose hasta la vuelta del Mesías, para ser resucitados, pero para condenación perpetua junto con Satanás (Ap. 20:10, 15). Ahora ¿que es realmente el Seol? (Hades en Giego del N.T.), pongan atención al siguiente análisis:

1° Jesús habló en parábolas para que se cumpliese la profecía señalada en el Salmos 78:2 “Abriré en parábolas mi boca; Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo” Mateo 13:35, lo cual indica que a través de figuras literarias (símil por extensión) nos enseñaría los misterios que se escondían desde tiempos antiguos, además de dejar una enseñanza.

2° Tal caso se presenta en la parábola del Rico y Lázaro de Lucas 16:19-31, en dónde se describe como operaba el Seol antes de la venida de nuestro Señor, dejando en claro que en la antigüedad todas las almas descendían a este lugar de los muertos (todos los antiguos morían Juan 6:49,58), tanto los que se perdían como los que hacían la voluntad de Dios, de hecho a Lázaro lo recibe Abraham. Se describe que existía una separación entre los que se perdían y los que habían hecho la voluntad de Dios, pudiendo verse y hablarse los unos a los otros desde cada lado, pero sin poder traspasar tal división.

3° Esta división genera dos cámaras, tal como se señala también en proverbios 7:27, la del tormento y la del consuelo o espera, según se describe en la parábola.

4° Los que esperaban desde la antigüedad en la cámara de consuelo, aún no podían acceder a la presencia de Dios Padre, salvo excepciones como Enoc y Elías quienes no descendieron al Seol sino que fueron arrebatados por Jehová Dios (ver en Génesis 5:22-24 y 2 Reyes 2:11-12 respectivamente), ya que Nuestro Señor primero debía pagar la deuda en la Cruz, fue entonces que Cristo muriendo descendió al Seol y predicó a los espíritus encarcelados (1 Pedro 3:19), derrotó a Satanás quitándole las llaves del Seol (Apocalipsis 1:18), ya que el tenía el imperio de la muerte bajo su poder (Hebreos 2:14).

5° Luego llevó a los Santos de la antigüedad en resurrección al cielo: “y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y salidos de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.” Mateo 27 : 52-53, también en Efesios 4:8-10 dice” "Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. Y esto de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo." , También en Hebreos 2:15-16 dice: “Y librar a los que por el temor de la muerte estaban por toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham.”

6° Después de la resurrección de Cristo, Satanás ya no controla el imperio de la muerte, y desde ese entonces la cámara de espera del Seol se encuentra vacía, sólo funcionando hasta la actualidad la cámara del tormento, a la cual Jesús le llamó infierno.

7° Los que morimos en Cristo entramos en el reposo del Pueblo de Dios (Hebreos 3:7-19, 4:1-13)

8° En 1 Corintios 15:21-23 se reafirma lo sucedido y lo que viene por suceder: “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adan todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados. Mas cada uno en su orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.”.

Cristo resucitó, las primicias también, sólo faltan quienes han muerto y morirán en Cristo, entrando en el reposo del Pueblo de Dios, para finalmente ser resucitados en su venida ¡¡¡Alabado sea el Señor!!! .
Por último es bueno aclarar que estamos compuestos de un cuerpo que cuenta con la carne, el espíritu y el alma; dónde la carne es lo que vemos y que se vuelve polvo en la muerte, el espíritu (Ruaj) es el soplo de Dios que nos mantiene vivos en este cuerpo de carne y que vuelve a Dios cuando morimos (Eclesiastés 12:7) y el alma que en definitiva es lo que pierde o gana la salvación (Va al Seol o Duerme a la espera del regreso de Cristo).
Si estás conciente de que aún no tienes a Cristo en tu vida y realmente te has convencido que tu alma descenderá al Seol (morirás) si no le aceptas, aún estás a tiempo de revertir tal situación. Te animo a recibirle haciendo la siguiente oración en voz alta:
“ Dios mío, gracias por tu amor hacia mi. Reconozco que hasta ahora anduve lejos de Ti viviendo a mi manera… Te confieso todo el mal que hice. Creo que Jesucristo, tu Hijo, me puede perdonar y salvar… Ven Señor Jesús y entra en mi vida, Amén”.
La palabra enseña que si has realizado esta oración de corazón colocando tu fe en Jesucristo, eres salvo y por ende pasas a ser hijo de Dios, ante lo cual no te olvides de este importante día,… día en que has nacido a la nueva vida…..la cual es la vida eterna.

Los Milagros de Cada Día

"Y el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y cogerá para cada día, para que [yo] le pruebe si anda en mi ley, o no.” Exodo 16:4

Cuando el pueblo de Israel sale de Egipto, Jehová Dios los protegió de día en forma de columna de nube y de noche en forma de columna de fuego, abriendo las aguas del Mar Rojo para que cruzaran y escaparan así de los Egipcios (Exodo 14:21), proveyendo de todo lo necesario en una forma milagrosa, tal como se señala en el versículo; haciendo llover pan del cielo, en otros casos dándoles agua desde una roca (Exodo 17:1-7), etc.. A veces pienso con todos esos milagros si yo hubiese vivido esa época, siendo parte del pueblo de Dios, habría tenido una fe a prueba de todo, ¡como no! Viendo esa manifestación de poder, el poder de nuestro Dios, pero no obstante los Israelitas por un lado pecaban de incrédulos, desafiando y cuestionando a Jehová constantemente en que morirían de hambre y sed en el desierto, por otro de desobedientes, no guardando los mandamientos que se les había entregado, llegando al límite de adorar dioses de bronce.
Hoy en día no somos tan distintos, ya que igualmente no guardamos los mandamientos y a veces tenemos falsos dioses que adoramos, tales como el dinero, los placeres de la carne, etc. dejando a Dios a un lado, en un segundo plano. Pero claro, dirá alguien, si antiguamente se veían milagros diariamente y aún así se descarriaban, ¡ con mayor razón hoy en día que no vemos tales milagros!. La verdad que no es así, ya que en primer lugar la palabra nos enseña que debemos tener fe en Cristo, siendo la fe “la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1), además “por fe andamos, no por vista” (2 Corintios 5:7), es decir, el dicho “ver para creer” para un Cristiano o Hijo de Dios no es válido, ya que por fe somos salvos. Por lo anterior debemos confiar en que los milagros ocurren diariamente ante nuestros ojos, aunque no nos demos cuenta, sino piensen que significa tener un plato de comida ante nosotros cada día, del cual damos gracias al Señor a veces de forma automática y repititiva , sin pensar en lo que decimos, ¡siendo realmente un alimento que viene del cielo!, tal como lo oyen, puesto que quién nos provee del trabajo y de todo lo que tenemos es Dios, quién nos da la vida cada día, nos protege de situaciones que pudieran ser peores de lo que las vemos, tal cual lo hacía con el Pueblo de Israel…¡¡si es para darle gracias hasta el final de nuestros días!!, ¡alabado sea el Señor!. En otras palabras, vemos el maná, vemos la columna de nube, vemos la columna de fuego y aún así ¡¡¿ no creemos?!!. Por otra parte los milagros de cada día los podemos y debemos generar nosotros también, ya que Dios nos quiere utilizar a diario para ayudar a nuestro prójimo, tal como aquellos que no tienen que comer, vestir o dónde vivir (Mateo 25:35-40).
Pero la verdad más que por lo señalado anteriormente, el versículo inicial tiene por objeto honrar el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo, ya que tal como se señala en Juan 6:25-59, él es el pan de vida que viene del cielo, tal como el maná enviado por Dios a los antiguos, con la salvedad que quienes comemos de ese pan ¡¡tendremos vida eterna!! (Juan 6:50,51,58) y no moriremos como morían los antiguos (Juan 6:49,58), ya que nosotros dormiremos a la espera de la segunda venida del Señor Jesucristo para estar presentes en resurrección ante su tribunal (Juan 6:39,40,44,54), más los que mueren descendiendo su alma al seol resucitarán para condenación perpetua (Juan 5:29).
Si deseas saciar tu hambre, y aún no has tomado una decisión al respecto, te animo a recibir del alimento que es de vida eterna el cual es el pan de vida, quién es Jesucristo el Señor. Si no tienes palabras de momento para expresarte y Dios te habla por medio de este mensaje, recíbele, haciendo la siguiente oración:
“ Dios mío, gracias por tu amor hacia mi. Reconozco que hasta ahora anduve lejos de Ti viviendo a mi manera… Te confieso todo el mal que hice. Creo que Jesucristo, tu Hijo, me puede perdonar y salvar… Ven Señor Jesús y entra en mi vida, Amén”.
La palabra enseña que si has realizado esta oración de corazón colocando tu fe en Jesucristo, eres salvo y por ende pasas a ser hijo de Dios, ante lo cual no te olvides de este importante día, día en que has nacido a la nueva vida…..la cual es la ¡¡ vida eterna !!.

El Altar del Incienso. Ex. 30:1-10



Este mueble representa la intercession de Cristo ante el Padre celestial. En este altar se ofrecía el incienso compuesto de 4 elementos que representaban la obra de Cristo.

La uña aromática que representaba el ministerio de Cristo.
Estacte. Este ingrediente representaba sus sufrimientos.
El galbano tipificaba su muerte vicaria.
El incienso puro, su vida perfecta y su santidad.

Esto nos lleva a recordar lo que hicieron los hijos de Aarón cuando ofrecieron incienso extraño en el lugar santo y murieron en el acto. Esta tragedia está en Levítico 10:1-2.
El Altar de Oro era de dimensiones mucho más reducidas que el Altar de Bronce, o sea un codo de ancho, un codo de largo (cuadrado) y dos codos de alto. Era de madera de Acacia cubierta de oro puro y nos habla esencialmente de Cristo. Ubicado frente al velo (v.6), esta legítimamente ligado al Arca y al Propiciatorio.
En el Altar de Oro el sacerdote ofrecía el perfume, mientras afuera el pueblo oraba (Lucas 1:9-10). Es una hermosa figura del Señor Jesús que presenta a Dios las oraciones de su pueblo, ya sea como intercesión, ya sea como adoración (Apocalipsis 8:3-4).
En el Altar de Oro, el Sumo Sacerdote intercede por el pueblo, tal como Cristo en Juan 17, Hebreos 7:25 y Romanos 8:34.
Pero también al Altar de Oro puede acudir hoy el Hijo de Dios para ofrecer el incienso, es decir, las perfecciones de Cristo que suben hacia Dios. Tal es el culto, el servicio más elevado del cristiano. Es un culto que se ofrece ante todo en Asamblea (1 Pedro 2:5), pero cada uno de nosotros ¿no puede, mañana y tarde como el sacerdote con el incienso, hacer subir a Dios su reconocimiento por el Don inefable de su Hijo?.
El incienso era únicamente para Dios (Exodo 30:34-38); ni podía ser ofrecido más que en el lugar Santo y no debía ser consumido por fuego extraño, sino solamente por el tomado del Altar de Bronce (véase Nadaba y Hábil en Levítico 30:34-38). ¡Cuán importante que estemos recogidos en el sentimiento de su Presencia cuando abrimos la Palabra o nos acercamos a Dios en oración, o más aun cuando estamos reunidos alrededor del Señor en Asamblea!. Por otra parte, sólo a Dios, Padre e Hijo, se dirigen nuestras oraciones y nuestra adoración. En ninguna parte de la Palabra vemos que las oraciones deban ser dirigidas a alguien más. Sólo Él puede ser el objeto del culto: ¡"Inclínate a Él, porque Él es tu Señor"! (Salmo 45:11).

Las Invasiones que Sufrió Israel

El reino de Israel (las diez tribus) no tuvo buenos reyes. Eran continuamente rebeldes contra Dios. El les envió muchos profetas para razonar con ellos para que se arrepintieran, pero ellos no quisieron. Así que los asirios los invadieron y los llevaron a cautividad. Fueron esparcidos por todo el mundo.
El reino de Judá (las dos tribus) tuvieron unos pocos buenos reyes (por ejemplo, Asa, Ezequías), pero ellos también fueron, por lo general, desobedientes a Dios. Por lo tanto, los babilonios fueron enviados a invadirlos, y los llevaron en cautividad a Babilonia por 70 años. Nunca más tuvieron un rey. Después de 70 años, algunos regresaron a la tierra de Israel bajo el liderazgo de Esdras, Nehemías, Jesúa (el sumo sacerdote en aquel tiempo) y Zorobabel el gobernador. Primeramente fueron regidos por Persia, luego por Grecia, y finalmente por Roma. Estaban bajo Roma cuando nació Jesús. Como consecuencia de que los Judíos lo rechazaron, Dios envió a los romanos a destruir Jerusalén en el año 70 de nuestra era, y finalmente todos los judíos fueron expulsados de la tierra de Israel.
En años recientes, los judíos han empezado a regresar a la tierra, en cumplimiento parcial de las profecías del Antiguo Testamento. El resurgimiento del Estado de Israel es una señal segura de que Jesús regresará pronto a restablecer el reino de Israel como reino de Dios.
(En la Fotografía se aprecia una hermosa vista de Jerusalen)

Palabras Finales


Queremos aprovechar esta oportunidad para saludar a mis Abuelos Cristina Olivares y Manuel Rocco, a mi amigo y hermano en Cristo José Miguel Rojas y Familia, los cuales visitamos en nuestra estadía en Viña del Mar, durante nuestras vacaciones de febrero de 2006. También saludar a mi hermano mayor, el cual también es en Cristo, Nelson Cortés a quién visitamos en nuestro paso por la Ciudad de Santiago. Por último saludar a Soledad Morales y Marcelo Risso, matrimonio amigo nuestro, quienes nos recibieron en nuestro breve visita de paso por Curicó. Fuimos realmente bendecidos en haber compartido con todos ellos.
( En la foto; de vacaciones en Viña del mar, de fondo el reloj de flores)

En Cristo


Jessica M. Candia Escobar
Italo I Cortés Rocco