lunes, septiembre 05, 2005

Anécdota de mi Abuelo



En Julio de 2004 mi Señora y yo nos bautizamos, evento que fue muy significativo en nuestras vidas, tanto así que quisimos hacerlo público ante nuestra familia, amigos y conocidos, a los cuales invitamos a la ceremonia realizada en la 2a Iglesia Alianza y Misionera de la Ciudad de Temuco. Dentro de los invitados se encontraban unos muy importantes para mi, los cuales eran mis Abuelos; Cristina Olivares y Manuel Rocco (Por parte de mi Madre Cecilia Rocco).
Para esos efectos, dado que ellos son de la Ciudad de Santiago (Distante 670 km de Temuco), mi Señora y yo realizamos la compra de los pasajes en una conocida Empresa de Buses de mi Ciudad, que cuenta con un sistema que permite que el retiro de éstos lo pueda realizar la persona en la Ciudad de origen, para lo cual solicitan dar el nombre y RUT del destinatario, en este caso mi Abuelo Manuel Rocco. Toda vez realizado el trámite le avisé que el pasaje se encontraba en la agencia de Santiago para que él lo retirara a su nombre. El y mi Abuela Cristina se pusieron muy alegres y me dijeron que contáramos con su presencia. Pasados unos días mi Abuelo aún no retiraba los pasajes por que no había tenido tiempo, luego tuvo una celebración familiar, otro día mientras se acercaba la fecha del viaje no estaba de mucho ánimo ya que llovía y hacía mucho frío en Santiago, no obstante dado el amor que nos tiene, se hizo el ánimo y salió en busca de ese pasaje. Toda vez en la agencia de buses se percató que existía una gran fila y casi pensó en irse, sin embargo por el amor que nos tiene se armó de paciencia y realizó el trámite, llegando a la caja finalmente preguntó ¿ existe un boleto a mi nombre con destino a la Ciudad de Temuco?, a lo cual la Srta. que lo atendía respondió afirmativamente y procedió a entregarle su boleto. Fueron unos días maravillosos los que pasamos junto a ellos en Temuco.
La historia anterior refleja en plenitud lo que significa la Salvación que nos entrega Nuestro Señor Jesucristo, ya que esta se encuentra comprada a nuestro nombre, la cual fue pagada a precio de sangre hace dos mil años, por mi y por ti sin distinción de raza, clase social o género. Su amor es tan grande, que aún no mereciéndolo nos entrega el perdón de nuestros pecados, cualquiera sea la magnitud de éste. La pregunta es ¿ cuánto le amas tú? Como para ir y retirar ese “pasaje”, primeramente renunciando a la comodidad en la que te encuentras, y finalmente ¡¡¡estar ante su presencia en el final de nuestros días!!! . Si tu pregunta es que tienes que hacer para obtener el perdón de tus pecados y por ende la vida eterna, sólo tienes que realizar un compromiso a través de una sencilla oración en voz alta (Romanos 10:9 Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo) y seguir a Cristo, leyendo su palabra, siendo obediente y congregándote en una Iglesia que proclame y exalte únicamente el Nombre del Señor Jesús (Iglesia Cristiana) . Si no tienes palabras de momento para expresarte y Si Dios te habla en este momento, por medio de este mensaje, recíbele, haciendo la siguiente oración:
“ Dios mío, gracias por tu amor hacia mi. Reconozco que hasta ahora anduve lejos de Ti viviendo a mi manera… Te confieso todo el mal que hice. Creo que Jesucristo, tu Hijo, me puede salvar… Ven Señor Jesús y entra en mi vida, Amén”.