martes, noviembre 01, 2005

El Altar de Sacrificios: Exodo 38:1-6



Tal como se mostró el mes anterior (Ver mes de Octubre´05), en la parte externa del Tabernáculo y al interior del Atrio, se encontraba este altar donde diariamente en la mañana y en la tarde se ofrecían los sacrificios continuos. Los sacrificios allí garantizaban el perdón del pecador, condición para ser aceptado en la presencia de Dios. Sus dimensiones eran: 5x5x3 codos, de madera de Acacia, de tal manera que era cuadrado.

La figura de Jesucristo se refleja en lo siguiente:


a. La necesidad de la sangre para quitar el pecado. Esta verdad es puesta en evidencia desde Génesis hasta Apocalipsis: "La paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23); la sangre derramada nos habla de la muerte del culpable o de una víctima ofrecida en su lugar. No hay otro medio para quitar el pecado de delante de Dios;

b. La doctrina esencial de la sustitución: según el pensamiento de Dios, una víctima sin defecto puede ser ofrecida en lugar del culpable, tal el carnero ofrecido en lugar de Isaac (Génesis 22), o el cordero de la Pascua que murió en lugar del primogénito (Exodo 12). "Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos" (1 Pedro 3:18); "al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado" (2 Corintios 5:21).


c. El Sacerdote tomaba la sangre de la víctima, la ponía sobre los cuernos del altar y vertía el resto al pie del altar; luego quemaba la grasa y hacía propiciación por el culpable. Este sacerdote nos habla de Cristo, quien lo hizo todo por la purificación del pecador. La Palabra declara entonces formalmente en dos ocasiones: "y será perdonado" (v.31 y 35). El israelita podía volver a su tienda con la seguridad de haber sido perdonado, no porque sintiera algo en sí mismo, sino porque estaba escrito en la Palabra inspirada: "Y será perdonado". Igualmente hoy, la obra de Cristo nos da la seguridad de la Salvación, pero es la Palabra de Dios la que nos da la certidumbre de ello: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna" (Juan 3:36; ver también Hebreos 10:10 y 14). Si alguien no esta seguro de su salvación, tome su Biblia y bajo la mirada de Dios acepte lo que esta escrito y créalo (si no tienes Biblia, consulta en Link).

(Basado en artículo inspirado por el Espíritu Santo, a través del Hermano Juan Anca Hurtado, el cual fue publicado en Geocities)