Mesa de los panes de la Proposición Exodo. 25:23-30.
Este mueble, de pequeñas dimensiones (dos codos de largo, un codo de ancho y ½ codo de alto), era de madera de acacia (o de Sittim), cubierta con una lámina de oro puro, y estaba localizado en la parte norte del lugar santo del santuario, donde los sacerdotes oficiaban diariamente. Eran doce panes, representando las doce tribus de Israel, los cuales eran cambiados cada semana. En la Palabra, el pan tiene varios significados: La palabra de Dios. Mat. 4:4 y la transformación a través de Cristo.
Juan 6:35, 63. Cristo se presentó en estos versos como el verdadero pan que descendió del cielo para darnos el alimento básico de la vida eterna. Además, en Hebreos 4:12, nos dice el autor que la "Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada aguda de dos filos. Y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón."
Era, evidentemente, una figura de Cristo llevando a su pueblo ante Dios.
Los panes sobre la mesa, en número de doce (Levítico 24:5-9), tienen un doble significado. Hechos de flor de harina, recubiertos de incienso, como la ofrenda vegetal (Levítico 2), nos hacen pensar:
a. Primeramente en Cristo, alimento de los sacerdotes en el Lugar Santo. Este alimento le es indispensable para cada hijo de Dios que quiere crecer en un estado de "un varón perfecto" (Efesios 4:13) y no permanecer un niño en Cristo. Sin alimento, un niño o una planta se marchitan. Pero el alimento debe ser sano, sino el niño o la planta perecen. Nuestro "hombre interior" está formado por el alimento espiritual. El Salmo 144:12 expresa esta oración: "Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud". Meditemos a menudo acerca de la persona del Señor Jesús, busquémosla en los evangelios y en toda la Palabra. Un hermano decía: "¡Si no has hallado a Cristo en esta pagina de la Biblia, es que has leído mal!". "Escudriñad las Escrituras… Ellas son las que dan testimonio de mí" (Juan 5:39). Señalemos de paso que Cristo como alimento también nos es presentado en la ofrenda vegetal, en el sacrificio por el pecado, en el sacrificio de paz, en el sacrificio de consagración y en el cordero de la Pascua; por otra parte, como maná y trigo del país;
b. En los Santos: Vistos en Cristo, teniendo su naturaleza (flor de harina), aceptos a Dios (incienso), en el orden establecido por Dios (seis por hilera), tal como los describe por ejemplo la epístola a los Colosenses. Son los creyentes a la luz del Santuario, en su posición ante Dios; una moldura de un palmo alrededor de la mesa impedía que los panes pudieran caerse, lo que es emblema de la seguridad que los rescatados tienen en Cristo;
c. En las doce tribus de Israel, sea en la época del desierto, sea en tiempo futuro, cuando la administración en la tierra sea confiada a ese pueblo; y, en el santuario, siempre presentes en el pensamiento de Dios (Romanos 11). (Basado en artículo inspirado por el Espíritu Santo, a través del Hermano Juan Anca Hurtado, el cual fue publicado en Geocities)
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