El Sello de la Justicia
En Romanos 4:1-12, se describe el ejemplo que debe ser Abraham para los creyentes, donde se lo designa como el Padre de la fe.
Realizando una síntesis de los versículos, se señala que la Justicia (Santidad), la obtuvo mediante la fe depositada en Dios, por creer la promesa que iba a ser Padre de un niño, no obstante su esposa ser infértil y de avanzada edad. Lo importante, y que es lo que realmente quiero acentuar, es el acto de circuncisión que realiza Abraham, ya que se destaca que éste lo realizó posterior a haber recibido la Santidad por fe, a modo del sello de ésta, y siendo de avanzada edad –no un niño de ocho días-, es decir, noten que quienes hemos recibido a Cristo en nuestros corazones, primeramente debemos de haber creído en él depositando así nuestra fe en Dios, por lo cual este acto también nos es contado por Justicia –pasamos a ser Santos delante de los ojos de Dios Padre, mediante su Hijo Cristo Jesús- , la pregunta que surge es: ¿cuál es el sello de nuestra Justicia obtenida, si a la verdad ya no es válido el Antiguo Pacto sobre nuestras vidas, por lo que tampoco lo es la circuncisión?. La respuesta está en Colosenses 2:11-13, donde se establece que nuestra circuncisión no es de la carne, sino del espíritu en Cristo Jesús, el cual es el Bautismo en aguas (Inmersión), que viene a ser ¡¡el sello de nuestra Justicia!!. Amén.
Realizando una síntesis de los versículos, se señala que la Justicia (Santidad), la obtuvo mediante la fe depositada en Dios, por creer la promesa que iba a ser Padre de un niño, no obstante su esposa ser infértil y de avanzada edad. Lo importante, y que es lo que realmente quiero acentuar, es el acto de circuncisión que realiza Abraham, ya que se destaca que éste lo realizó posterior a haber recibido la Santidad por fe, a modo del sello de ésta, y siendo de avanzada edad –no un niño de ocho días-, es decir, noten que quienes hemos recibido a Cristo en nuestros corazones, primeramente debemos de haber creído en él depositando así nuestra fe en Dios, por lo cual este acto también nos es contado por Justicia –pasamos a ser Santos delante de los ojos de Dios Padre, mediante su Hijo Cristo Jesús- , la pregunta que surge es: ¿cuál es el sello de nuestra Justicia obtenida, si a la verdad ya no es válido el Antiguo Pacto sobre nuestras vidas, por lo que tampoco lo es la circuncisión?. La respuesta está en Colosenses 2:11-13, donde se establece que nuestra circuncisión no es de la carne, sino del espíritu en Cristo Jesús, el cual es el Bautismo en aguas (Inmersión), que viene a ser ¡¡el sello de nuestra Justicia!!. Amén.
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