Jesucristo, el Prójimo que Salva
Es bien sabido que en la palabra de Dios se nos enseña amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, lo cual es reiterado en diversos versículos tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento. De hecho en Romanos 13:9-10 Pablo señala que tal mandamiento resume al resto, pues el cumplimiento de la Ley es el amor.
Me interesa detenerme y hacer énfasis en el concepto de prójimo, pues en Lucas 10:29-37 Nuestro Señor Jesús lo explica mediante una parábola que me interesa compartir:
Lucas 10:25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
Lucas 10:26 El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
Lucas 10:27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Lucas 10:28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
Lucas 10:29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
Lucas 10:30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
Lucas 10:31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.
Lucas 10:32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.
Lucas 10:33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;
Lucas 10:34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.
Lucas 10:35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
El punto interesante es como formula la pregunta en el siguiente versículo Nuestro Señor:
Lucas 10:36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
Lucas 10:37 El dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
En este entendido quisiera dedicar estas líneas a mi Prójimo, quién es Jesucristo el Señor, pues fue él quién me levantó y curó mis heridas con su preciosa sangre, estando yo mal herido muerto en mis pecados, me cuidó y me bendijo con su perdón y salvación y por lo demás, igualmente como el samaritano, ha pagado mi deuda y ¡volverá por mi!….¡ alabado seas Señor, por que tu Gracia me alcanzó!, a él sea toda la honra, la gloria y la alabanza, tu -mi Prójimo- a quién debo amar como a mi mismo, con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas y con toda mi mente.
Ahora bien, en el anhelo que tenemos los hijos de Dios en ser como él, cumpliremos lo encomendado; hacer lo mismo que él hizo por nosotros…amar y ayudar a los que no tienen esperanza, compartiéndole las buenas nuevas del perdón y salvación que nos otorga mediante su sacrificio en la cruz.
Amén.
Me interesa detenerme y hacer énfasis en el concepto de prójimo, pues en Lucas 10:29-37 Nuestro Señor Jesús lo explica mediante una parábola que me interesa compartir:
Lucas 10:25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
Lucas 10:26 El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
Lucas 10:27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Lucas 10:28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
Lucas 10:29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
Lucas 10:30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
Lucas 10:31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.
Lucas 10:32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.
Lucas 10:33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;
Lucas 10:34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.
Lucas 10:35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
El punto interesante es como formula la pregunta en el siguiente versículo Nuestro Señor:
Lucas 10:36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
Lucas 10:37 El dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
En este entendido quisiera dedicar estas líneas a mi Prójimo, quién es Jesucristo el Señor, pues fue él quién me levantó y curó mis heridas con su preciosa sangre, estando yo mal herido muerto en mis pecados, me cuidó y me bendijo con su perdón y salvación y por lo demás, igualmente como el samaritano, ha pagado mi deuda y ¡volverá por mi!….¡ alabado seas Señor, por que tu Gracia me alcanzó!, a él sea toda la honra, la gloria y la alabanza, tu -mi Prójimo- a quién debo amar como a mi mismo, con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas y con toda mi mente.
Ahora bien, en el anhelo que tenemos los hijos de Dios en ser como él, cumpliremos lo encomendado; hacer lo mismo que él hizo por nosotros…amar y ayudar a los que no tienen esperanza, compartiéndole las buenas nuevas del perdón y salvación que nos otorga mediante su sacrificio en la cruz.
Amén.