Romanos 3:22 La justicia de Dios por la fe de Jesucristo, para todos los que creen en él: porque no hay diferencia;
Romanos 3:23 Por cuanto todos pecaron, y están destituídos de la gloria de Dios;Romanos 3:24 Siendo justificados gratuitamente por su gracia por la redención que es en Cristo Jesús;
El Hombre sin Cristo se encuentra en la misma situación que se gráfica en la primera figura, es decir, su único destino es la
condenación. Por otra parte tal como se señala en Romanos 3:24 todos podemos ser justificados gratuitamente por Jesucristo, accediendo de esta forma a la ¡¡ Vida Eterna !!!.
En el segundo caso, dónde se presenta un Hombre con Cristo, se puede ver que existe un puente el cual nos conecta con Dios Padre, es decir Jesucristo por medio de la Cruz nos ha reconciliado con él:
Colosenses 1:20 Y por él reconciliar todas las cosas á sí, pacificando por la sangre de su cruz, así lo que está en la tierra como lo que está en los cielos.
Colosense 1:21 A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos de ánimo en malas obras, ahora empero os ha reconciliado
Colosenses 1:22 En el cuerpo de su carne por medio de muerte, para haceros santos, y sin mancha, é irreprensibles delante de él:
¡¡¡Que Maravilloso!! y sin merecerlo sólo por su gran amor. Si tu pregunta es que tienes que hacer para obtener el perdón de tus pecados y por ende la vida eterna, sólo tienes que realizar un compromiso a través de una sencilla oración en voz alta (Romanos 10:9 Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo) y seguir a Cristo, leyendo su palabra, siendo obediente y congregándote en una Iglesia que proclame y exalte únicamente el
Nombre del Señor Jesús (Iglesia Cristiana) . Si no tienes palabras de momento para expresarte y Si Dios te habla en este momento, por medio de este mensaje, recíbele, haciendo la siguiente oración:
“ Dios mío, gracias por tu amor hacia mi. Reconozco que hasta ahora anduve lejos de Ti viviendo a mi manera… Te confieso todo el mal que hice. Creo que Jesucristo, tu Hijo, me puede salvar… Ven Señor Jesús y entra en mi vida, Amén”.