domingo, julio 02, 2006

Escritos Originales que Revelan la Verdad.

Ahora que Satanás ha puesto de moda los Códigos de la Biblia, el falso evangelio de Judas y películas que plantean herejías mentirosas acerca de vida de Cristo, tales como La Ultima Tentación y el Código de Da Vinci, es bueno poner en práctica herramientas que en la medida que estén al alcance, puedan ser utilizadas para revelar las verdades que plantean los escritos originales, siempre sustentado del Espíritu Santo, tales como lo son la Hermenéutica y Exégesis, esto es; el estudio del cual se pretende obtener el sentido más apegado a la verdad y fiel de los escritos en lenguas originales, con objeto de realizar la correcta defensa de la fe.
Si hay algo que me fascina en la Palabra de Dios, es lo evidente que es la Deidad de Nuestro Señor Jesucristo, dicha una y otra vez, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Pero más aún, haciendo uso de estas herramientas, estudiando el sentido original del texto, se puede llegar a comprobar que Jesucristo no sólo se hace llamar el gran Yo Soy, sino también Jehová.
Muchos estudiosos de los escritos originales plantean que el Nuevo Testamento no fue escrito en Griego, sino en lengua Aramea (del Norte), idioma que hablaba Jesús. Tal vez no es relevante la lengua original en que se escribió, ya que al momento de traducir ambas se llega al mismo sentido y significado. Por mi parte pienso que es lógico que los Apóstoles de los cuatro Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), bien pudiesen haber escrito en Arameo, pero no así Pablo ya que él se dirigió a los gentiles de la época, que dominaban un idioma en común, el cual no era precisamente el Arameo, sino más bien el Griego, lengua que era el equivalente al Inglés de hoy en día para el mundo antiguo. Jesús siendo Dios, es evidente que hablaba todos los idiomas (Arameo, Hebreo, Griego, Latín, etc.), de hecho en la sinagoga donde comenzó su ministerio leyó Isaías 61 1-2 desde la Septuaginta (versión del Antiguo Testamento en Griego traducida desde el Hebreo y Arameo 250 años A.C. por 72 eruditos Judíos, siendo seis de cada tribu).
A continuación quisiera plantear algunos ejemplos de los cuales, si aplicamos el sentido original de los escritos, nos encontraremos que la Deidad de Cristo es una realidad a voces.

De los escritos Griegos (en Koiné) del Nuevo Testamento, si vamos a Juan 1:1, se habla claramente que el Verbo (Logos) era Dios (Teos), y que tal Verbo se hizo carne (sarx), pero lo más grandioso está en lo que conocidamente se traduce en Juan 1:14 como “y habitó entre nosotros” (vRV 1960), asumiendo que es correcta tal traducción, se puede aclarar aún más tal concepto desde el escrito original en griego, lo siguiente: “ y fijó tabernáculo entre nosotros”, donde “fijo tabernáculo” viene del griego eskenosen, quedando así:

1:1 En principio era el Verbo, y el Verbo estaba cerca de Dios, y Dios era el Verbo.

1:14 Y el Verbo carne se hizo y fijó tabernáculo entre nosotros y contemplamos la gloria suya, gloria cual del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.


El concepto “fijó tabernáculo” (en griego “eskenosen”), se deriva desde “fijar domicilio” a “habitar”, ante lo cual la versión Reina Valera esta en lo correcto, sin embargo los traductores de esta versión de la Biblia, en el afán de dejar en claro la idea, pierde el sentido original inspirado por el Espíritu Santo en este versículo en particular, ya que la palabra “habitó” en griego existe y es “katvakhsen”, la cual es utilizada en un sinnúmero de versículos y traducida correctamente como “habitó”.

Ahora la pregunta es ¿quién habitaba en el tabernáculo?: ¡ Jehová Dios !, por tanto tal tabernáculo que era la carne de Cristo, ¡era habitado por Dios!, lo que implica que Cristo es Dios en la persona del Hijo, ¡alabado sea Jah! (Alelu Jah).

Los escritos en Arameo tienen una virtud respecto a los escritos Griegos, y es que se distingue a Dios Padre (Jehová) de Dios Hijo (Jesús), mediante las palabras en Arameo MarYa y Mar respectivamente, algo así como Señor Padre (en Inglés LORD con mayúscula) y Señor Hijo (en Inglés lord con minúscula), que en Griego no sucede ya que indistintamente se le llama Señor (Kyrios), lo cual también es correcto, ya que ambos son Dios al igual que el Espíritu Santo.

De la Peshtita (Versión Aramea), en Mateo 22:41-46, adjunto el siguiente escrito interlineal en inglés que se lee desde derecha a izquierda y desde arriba hacia abajo.

Mateo 22: 41-46


Teniendo en cuenta que LORD=SEÑOR=MarYa= Jehová y lord=señor=Mar=Señor, en español se desprende lo siguiente:

41 Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó,
42 diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David.
43 El les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Jehová (MarYa)?, diciendo:
44 Dijo Jehová (MarYa) a mi Señor (Mar): Siéntate a mi derecha, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? (*)
45 Pues si David le llama Jehová (MarYa), ¿cómo es su hijo?
46 Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.

(*) Jesús cita el Salmo 110:1 escrito por David.

Es decir: ¿ Puede Jesús ser hijo de David, si David le llama Jehová en tal Salmos?, es decir ¡Jesús se hace llamar Jehová (MarYa)!, entonces Jesús es Dios.

Debemos recordar que estamos en los últimos tiempos, donde existen sectas que pertenecen a la Apostasía (Apartados de la Verdad) revelada en la Biblia, tal como lo son los Testigos de Jehová (Watch Tower), entre otros, que han modificado la Biblia forzándola a coincidir con sus herejías, tales como que Cristo no es Dios, sino el Arcángel Miguel, que el Espíritu Santo no es Dios, sino una “energía”, etc. etc.. Por tal razón es bueno que el Pueblo de Dios se preocupe de estudiar principalmente la Palabra bajo traducciones verdaderas y no falsas como las de tales sectas, y si se tiene acceso a los originales, mejor aún, pero siempre guiado del Espíritu Santo de Dios, quién nos revela tan hermosas verdades, para proclamarlas y defender nuestra fe, cuando sea necesario, tal como lo merece Nuestro Señor Jesucristo.

2da Tesalonisenses

2:3 No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,2:4 Oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, ó que se adora; tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios.

2:15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, ó por carta nuestra.

Apocalipsis

22:18 Porque yo protesto á cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere á estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro.22:19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.