martes, noviembre 01, 2005

Prólogo Noviembre de 2005




En el presente mes comenzaremos a analizar los utensilios del Atrio y Tabernáculo, explicando sus usos y la estrecha relación que presentan con nuestro Señor Jesucristo. Por otra parte se explica brevemente como comenzó el cautiverio del Pueblo de Israel en Egipto el que se extendió por 430 años, y por último si aún no has hecho un real compromiso con Jesucristo, o si tal vez en algún momento lo hiciste pero te sientes apartado, entonces pon tu atención al siguiente tema que esperamos te sea de bendición.

Jessica Mariette Candia Escobar
Italo Ignacio Cortés Rocco

En los Brazos de Amor



“ Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.” Mateo 19:14.
El presente, es el testimonio de Agustín, un niño como lo fuimos cualquiera de nosotros, el cual era muy inquieto, no de muchos amigos y algo introvertido, sin embargo un niño muy feliz. Muchas veces se sintió solo, no obstante recibir el amor de sus Padres y de sus dos hermanos mayores. Su hogar, bien constituido, era de clase media cuyo Padre trabajador independiente, gracias a Dios, siempre pudo proveer al hogar lo necesario. Su Madre era una abnegada dueña de casa.
Un día, cuando Agustín se dirigía a su escuela, un hombre predicaba a una multitud, y él pasando por el lugar se detuvo curiosamente a escuchar…de pronto, aún siendo un niño de apenas doce años, se sintió tocado con sus palabras y ocurrió lo inesperado… este hombre, entre la multitud, le mira a los ojos, con una mirada de amor como nunca antes había sentido…su pequeño ser fue invadido de un gran gozo y por otra parte rodeado de un sentimiento de no ser digno de esa mirada, lo que se expresó finalmente en un llanto…fue entonces que este hombre le dijo: “ven a mis brazos, que te he estado esperando”, entonces el niño sin saber porqué, corrió a sus brazos de amor ….fue un momento inexplicable, que Agustín nunca quisiera hubiese terminado.
Pasaron casi veinte años, y Agustín ya casado, siendo mayor de edad había olvidado en parte este precioso evento de la niñez, y por lo demás ya no caminaba rectamente en la vida. Vivía muy preocupado de si mismo y del diario vivir, de hecho pasó por momentos muy difíciles, inclusive le sucedieron accidentes que lo tuvieron al borde de la muerte, pero sólo por la gran misericordia de Dios nada le ocurrió.
Un día, cuando se encontraba muy lejos de su esposa fuera de casa por motivos de trabajo, tuvo un sueño muy real e impactante, en el cual veía como una multitud humillaba a un hombre hasta el límite de golpearlo y apedrearlo. Vio como su rostro se encontraba deformado y con una expresión de mucho dolor. Agustín no entendía que pasaba…de pronto este hombre levanta el rostro y lo mira a los ojos…Agustín no lo podía creer… ¡era el mismo hombre que en su niñez le había llamado y entregado ese gran amor que él sintió no merecer!. Agustín llorando con dolor se acerca a ayudarlo y le pregunta ¿quién eres y por que te está sucediendo esto?..él le responde; Yo soy Jesús, el Hijo de Dios y he venido para cargar con tus pecados y los del mundo,... nuevamente Agustín le pregunta ¿ pero por que al menos no te defiendes?..Jesús le responde; porque tus pecados y los del mundo no tienen defensa. Agustín impactado despierta y comprende que ese acto de gran amor inmerecido que había vivido en su niñez, le había significado su salvación, y perdón de sus pecados, pero él con su forma de vida lo estaba desperdiciando. Agustín por el sólo hecho de acudir a ese llamado, corriendo como un niño, poniendo toda su fe en ese hombre, el cual comprendió era el mismo Dios hecho carne que venía en su rescate, había obtenido el perdón de sus pecados, inclusive de los que estaba cometiendo y de los que volvería a cometer, con la salvedad que ahora vuelto al camino de la mano de Jesús, ya no cargaría él sólo con todo ese peso, sino que Jesús le ayudaría….” Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados” Mateo 11:28.
El testimonio anterior, en su esencia, es un caso real. En el tuyo, talvez no eres un niño, pero no importa porque si tu te acercas a Jesús como tal, él te recibirá en sus brazos de amor y debes entender que él te esta hablando en este momento a través de este mensaje, buscando tu mirada, auque tu no lo creas. Si de pronto te sientes tocado y decides realizar un real compromiso con el Señor, recíbele con fe y tu vida tarde o temprano cambiará, pues será él quien se encargará de reclamarte para si. Debes tener conciencia que sólo por su gran misericordia el día de hoy estás vivo y aún tienes otra oportunidad para recibirle en tu corazón. Y si de casualidad ya le has recibido en alguna instancia de tu vida y te sientes apartado del camino, te puedo decir de parte de Dios que él reclama por tu vida en estos momentos, y sólo depende de ti responder a este nuevo llamado, recuerda que él viene pronto a buscar a quienes le esperan y aman…”No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Después de esto, volveré para llevarlos conmigo. Así estaremos juntos. Ustedes conocen el camino para ir a donde yo voy.” Juan 14:1-4.
Si no tienes palabras de momento para expresarte, y aún no has realizado un verdadero compromiso con Jesús, te animo a recibirle haciendo la siguiente oración en voz alta:
“ Dios mío, gracias por tu amor hacia mi. Reconozco que hasta ahora anduve lejos de Ti viviendo a mi manera… Te confieso todo el mal que hice. Creo que Jesucristo, tu Hijo, me puede perdonar y salvar… Ven Señor Jesús y entra en mi vida, Amén”.La palabra enseña que si has realizado esta oración de corazón colocando tu fe en Jesucristo, eres salvo y por ende pasas a ser hijo de Dios, ante lo cual no te olvides de este importante día, día en que has nacido a la nueva vida…..la cual es la vida eterna.

Como Luna Llena



“¿ Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿ o quién podrá estar en pie cuando el se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia” Malaquías 3: 2-3.

Al respecto, leía hace unos días en un folleto de mi Iglesia, dónde se daba una explicación de cómo era el proceso de purificación de la plata, la cual se gestó a raíz de averiguaciones realizadas por una hermana, quién se acercó a un Orfebre y presenció personalmente tal proceso, viendo que éste sentado en una banca con gran paciencia extendía con unas tenazas la pieza de plata sobre el fuego a la espera de su purificación, sin quitar la atención sobre ésta, ya que si se mantiene un tiempo adicional a lo requerido, se quema y se pierde. La pregunta de la hermana al Orfebre fue la siguiente: ¿ Cómo sabe Ud. cuando la pieza ya perdió todas las impurezas?, entonces éste le responde: muy fácil, cuando me veo reflejado en la pieza es el minuto exacto. ¡Que hermoso!, nuestro Señor es el Orfebre quién nos purifica para que seamos el reflejo suyo ante el mundo, dando un testimonio de vida a la altura del Rey de reyes. Es ese el anhelo de sus hijos, ser como Jesucristo, lo cual tiene un costo, ya que tal como el fuego para la plata lo son las pruebas que vivimos, las cuales a veces no entendemos, pero debemos tener en claro que estamos en un proceso de purificación. Por otra parte, en el versículo antes mencionado, se señala que el Señor es el fuego purificador y el jabón de los lavadores, ya que él a través de su sangre nos ha limpiado del pecado, otorgándonos su perdón para quienes le recibimos en nuestros corazones y le seguimos.
Lo importante de lo anterior, es entender que si logramos dar el testimonio que Dios quiere que demos ante el mundo, entonces toda la honra y la Gloria es sólo para él, sino fíjense en la Luna, la cual en la noche no brilla por si misma, sino más bien nos da el reflejo del Sol, el cual a veces es a medias (media Luna), a veces completo (Ver primera imagen de la Luna llena) y en otras ocasiones ninguno (Ver segunda imagen del Eclipse de Luna), dónde nosotros los Cristianos, día a día luchamos por ser como Luna llena, no brillando por nosotros mismos, sino que reflejando la luz que proviene de Nuestro Señor Jesucristo, para ser como luz que alumbra en lugar oscuro, ante lo cual, todo el bien que hagamos ya sea en nuestra vida familiar, en el ámbito laboral o en nuestra vida cotidiana es producto de ser un reflejo de quién vino a morir por nosotros, y que por si solos nada hacemos, ya que toda la honra y gloria es para él, quién es el único digno de recibirla… Nuestro Señor Jesucristo. Para el caso de la plata purificada es lo mismo, ya que ésta necesita de la luz para dar el relejo.
Es Jesucristo quién nos da la salvación, sólo depende de nosotros el querer ir a sus brazos de amor y comenzar con el proceso de purificación y finalmente ser un reflejo de lo que él es, no importando el costo que tengamos que pagar, ya que nuestra corona aún no la veremos, sino más bien cuándo estemos ante su Gloriosa presencia en su Majestuosa venida, la cual esta más bien cerca que lejana,… pon atención a los sucesos que están ocurriendo en el mundo, los que acontecen con más frecuencia de lo usual, tales como Terremotos, Tsunami, Huracanes, Guerras, Atentados (Ver Mateo 24: 3-8), y no lo digo yo sino los expertos en estadísticas quienes no tienen explicación de momento. No esperes hasta el último día, te animo a recibir a Jesucristo en tu corazón como el Señor de tu vida y Salvador, y a seguirle con el anhelo que le verás cuando venga a buscar a los suyos y a enjuiciar y condenar a quienes no hicieron su voluntad (Ver Mateo 25:31-46).
Si por un momento te has sentido identificado con el Eclipse de Luna y quieres responder a ese llamado que te hace Jesús en este momento, y si no tienes palabras de momento para expresarte, y aún no te has entregado al proceso de purificación que realiza nuestro Señor Jesucristo, te animo a recibirle haciendo la siguiente oración en voz alta:
“ Dios mío, gracias por tu amor hacia mi. Reconozco que hasta ahora anduve lejos de Ti viviendo a mi manera… Te confieso todo el mal que hice. Creo que Jesucristo, tu Hijo, me puede perdonar y salvar… Ven Señor Jesús y entra en mi vida, Amén”.
La palabra enseña que si has realizado esta oración de corazón colocando tu fe en Jesucristo, eres salvo y por ende pasas a ser hijo de Dios, ante lo cual no te olvides de este importante día,… día en que has nacido a la nueva vida…..la cual es la vida eterna.

El Altar de Sacrificios: Exodo 38:1-6



Tal como se mostró el mes anterior (Ver mes de Octubre´05), en la parte externa del Tabernáculo y al interior del Atrio, se encontraba este altar donde diariamente en la mañana y en la tarde se ofrecían los sacrificios continuos. Los sacrificios allí garantizaban el perdón del pecador, condición para ser aceptado en la presencia de Dios. Sus dimensiones eran: 5x5x3 codos, de madera de Acacia, de tal manera que era cuadrado.

La figura de Jesucristo se refleja en lo siguiente:


a. La necesidad de la sangre para quitar el pecado. Esta verdad es puesta en evidencia desde Génesis hasta Apocalipsis: "La paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23); la sangre derramada nos habla de la muerte del culpable o de una víctima ofrecida en su lugar. No hay otro medio para quitar el pecado de delante de Dios;

b. La doctrina esencial de la sustitución: según el pensamiento de Dios, una víctima sin defecto puede ser ofrecida en lugar del culpable, tal el carnero ofrecido en lugar de Isaac (Génesis 22), o el cordero de la Pascua que murió en lugar del primogénito (Exodo 12). "Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos" (1 Pedro 3:18); "al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado" (2 Corintios 5:21).


c. El Sacerdote tomaba la sangre de la víctima, la ponía sobre los cuernos del altar y vertía el resto al pie del altar; luego quemaba la grasa y hacía propiciación por el culpable. Este sacerdote nos habla de Cristo, quien lo hizo todo por la purificación del pecador. La Palabra declara entonces formalmente en dos ocasiones: "y será perdonado" (v.31 y 35). El israelita podía volver a su tienda con la seguridad de haber sido perdonado, no porque sintiera algo en sí mismo, sino porque estaba escrito en la Palabra inspirada: "Y será perdonado". Igualmente hoy, la obra de Cristo nos da la seguridad de la Salvación, pero es la Palabra de Dios la que nos da la certidumbre de ello: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna" (Juan 3:36; ver también Hebreos 10:10 y 14). Si alguien no esta seguro de su salvación, tome su Biblia y bajo la mirada de Dios acepte lo que esta escrito y créalo (si no tienes Biblia, consulta en Link).

(Basado en artículo inspirado por el Espíritu Santo, a través del Hermano Juan Anca Hurtado, el cual fue publicado en Geocities)

¿Cómo llegó el Pueblo de Israel a Egipto?

Siempre se habla acerca de la salida del Pueblo de Israel desde Egipto, pero ¿cómo comenzó el cautiverio de ellos en tal País? , veámoslo brevemente:

Tal como se explicó en el mes anterior, el origen del pueblo de Israel se genera a partir de los descendientes de Jacob, cuyo nombre fue cambiado a Israel por Jehová, dónde José (penúltimo hijo) producto de los celos de sus hermanos mayores, fue vendido por veinte piezas de plata a unos mercaderes medianitas, los cuales a su vez le llevan a Egipto, vendiéndolo como esclavo a un Oficial de Faraón, Capitán de Guardia llamado Potifar. Luego que José fuese falsamente acusado de seducir a la esposa de su amo, es llevado a la cárcel, lugar en el cual interpreta correctamente los sueños del copero y del panadero del Faraón. Luego de enterarse de tal don, el Faraón tiene un extraño sueño y llama a José para que lo interprete. José predice siete años de abundancia, seguidos de siete años de escasez. A partir de lo anterior, recomienda guardar de la abundancia de los primeros años para que no falte el alimento durante los años de escasez. Se le da entonces la autoridad para llevar a cabo tal plan, convirtiéndose en Gobernador de Egipto. Luego de casarse con una mujer egipcia y tener dos hijos: Efraín y Manasés, llegan los años de escasez.
Producto de tal escasez de alimentos que existió en toda la tierra, llegan a Egipto personas de muchas naciones y tribus, entre las cuales en representación del pueblo de Israel, se encontraban sus hermanos (quienes le habían vendido en su niñez como esclavo a los mercaderes anteriormente señalados). Tal reencuentro derivó finalmente en la llegada de su Padre (Israel) y hermanos a Egipto desde la tierra de Canaán, en calidad de mayorales del ganado de Faraón, habitando en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés, como mandó Faraón. Luego de la muerte de José y de haberse multiplicado la descendencia del pueblo de Israel en Egipto, existió en ese entonces gran temor por parte de los Egipcios y principalmente el temor que tuvo un nuevo rey, el cual por lo demás no conocíó a José. Tal situación derivó en un cruel control de natalidad y en el sometimiento de los Israelitas a los Egipcios por más de 400 años (430), para finalmente ser liberados por Jehová Dios, bajo la mano de Moisés. (Ver cuadro resumen adjunto, tomado de Compubilia)

Palabras Finales


Una vez más les saludamos en el amor de Cristo, esperando que la presente página haya sido de bendición en vuestras vidas, tal como lo ha sido en las nuestras. Les animamos a continuar leyendo la palabra de Dios que es de vida, la cual edifica y alimenta nuestras almas. (si no tienes Biblia puedes acceder a ella a través del Link que se encuentra en el encabezado)