jueves, diciembre 01, 2005

Prólogo Mes de Diciembre de 2005


Tal como se ha venido desarrollando desde los meses anteriores, iremos ingresando poco a poco al Tabernáculo, explicando el utensilio que antecede la entrada a éste, el cual es la Fuente de Agua. Por otra parte se explica brevemente cómo se gestó la salida del Pueblo de Israel desde Egipto. En cuánto a los mensajes, el de a continuación nos atañe a todos, tanto a los creyentes como inconversos, ya que el bullicio del mundo nos afecta a todos sin excepción.

Bájale el volumen al mundo que Dios te está hablando



“ Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿ Dónde estás tú?. Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.” Génesis 3: 9-10.

Sin duda el pecado original nos separó de Dios Padre y nos hizo ensimismarnos, generando de esta forma un quiebre con él, producto de nuestra desobediencia.
Nos es muy fácil tomar parte de las cosas del mundo, y concentrarnos en ellas, sin saber que Dios nos habla constantemente…., pero no le escuchamos, ya que nuestros oídos se encuentran tapados, producto del bullicio que causa el diario vivir.
No está mal darle importancia al trabajo, la familia, los amigos, nuestros bienes materiales etc., sino el poner nuestras esperanzas en ellos, reemplazando de esta forma el lugar de privilegio que debe tener Dios en nuestras vidas. No olvidemos que nuestra vida terrenal tiene un límite y es muy importante bajarle el volumen al mundo para poner atención a lo que Dios nos está diciendo, como por ejemplo, a través de este mensaje, en la oficina, en el automóvil y hasta en los lugares más inesperados, tales como en la plaza, la ducha, por ejemplo. Conozco el caso de personas que han vivido momentos tremendos en tales lugares, dónde Dios les ha hablado de una forma que nunca imaginaron. Sólo está en ti que pongas atención en lo que Dios te quiere decir. Recuerda que él nos amó primero, y es él quién te busca, no tu a él, tu sólo debes responder a ese llamado Divino, dónde el ideal es que esa respuesta sea la esperada por Nuestro Señor, quién te ama y anhela como quién a su novia.
Te animo a darle más importancia a las cosas que realmente la tienen, tal como lo es tu salvación, la cual es de tu alma y la que te libra de esta forma del Seol (infierno), el que sin duda será tu destino si no le bajas el volumen al mundo que te rodea, el que no te deja oír lo que Nuestro Señor Jesucristo te esta diciendo….y es: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Mateo 11:28-30….entrégale tus cargas a Jesucristo el Señor, no cargues tu solo con tus pecados, deja que él te perdone y te entregue su salvación y el descanso de tu alma…ten en claro que más que un favor para él, es un favor para ti, recuerda que el es el Señor de señores y el llamado que él te hace es con autoridad, la cual le ha sido dada por el Creador.
Si quieres responder a ese llamado y si no tienes palabras de momento para expresarte, y aún no has entregado tus cargas a Jesucristo, te animo a recibirle haciendo la siguiente oración en voz alta:
“ Dios mío, gracias por tu amor hacia mi. Reconozco que hasta ahora anduve lejos de Ti viviendo a mi manera… Te confieso todo el mal que hice. Creo que Jesucristo, tu Hijo, me puede perdonar y salvar… Ven Señor Jesús y entra en mi vida, Amén”.
La palabra enseña que si has realizado esta oración de corazón colocando tu fe en Jesucristo, eres salvo y por ende pasas a ser hijo de Dios, ante lo cual no te olvides de este importante día,… día en que has nacido a la nueva vida…..la cual es la vida eterna.

El Juicio a las Naciones


Mateo 25

31 Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria.
32 Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a la izquierda.
34 Entonces el Rey dirá a los que [estarán] a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui huésped, y me recogisteis;
36 desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.
37 Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿O sediento, y te dimos de beber?
38 ¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿O desnudo, y te cubrimos?
39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto [lo] hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí [lo] hicisteis.
41 Entonces dirá también a los que [estarán] a la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles;
42 porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
43 fui huésped, y no me recogisteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
44 Entonces también ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o huésped, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
45 Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo [que] en cuanto no [lo] hicisteis a uno de estos pequeñitos, tampoco a mí [lo] hicisteis.
46 E irán éstos al tormento eterno, y los justos a la vida eterna.

Los versículos anteriores describen el preciso momento en el cual Nuestro Señor Jesucristo, mediante su tribunal, juzgará a las naciones, tribunal en el cual estaremos todos presentes, tanto los Justos como los Impíos, con la salvedad que para los Justos el juicio será favorable y sin condena, ya que tal como se describe, el Señor Jesucristo sólo recordará nuestras buenas obras, dejando en el olvido las malas (Los pecados), tal como se señala en Hebreos 10:17 y Jeremías 31:34 “….porque perdonaré su maldad, y no me acordaré más de su pecado”, lo cual es a partir desde el instante mismo en que le recibimos por fe en nuestros corazones. ¡ Que hermoso momento aquel!, te imaginas a Nuestro Señor sólo diciendo lo bueno que fuiste con él y uno sin entender, pensando ¡¿porqué no se recuerda de lo malo?!…..es para llorar…creo que ese será el minuto en que su Gracia se hará notar en plenitud….imagino se sentirá un llorar de muchos hermanos, pero de gozo y agradecimiento, donde estaremos todos postrados ante él en adoración y declarando que sólo él es digno de recibir toda la honra y gloria ¡¡¡que tremendo!!!... ¡cuánto anhelamos estar ante su presencia!.
En cuanto a los impíos, ¡¡que terrible!!, recién en ese momento sintiendo el verdadero arrepentimiento, siendo ya demasiado tarde. Habrán gentes de todas las naciones y épocas, resucitados desde el Hades (Infierno) para ser condenados de forma perpetua e irreversible junto a Satanás (Apocalipsis 20:10,15).
Pero ese minuto no llega aún, ante lo cual, si al leer este mensaje te has sentido identificado con los cabritos (impíos), te recomiendo le des prioridad a tu salvación, el Señor Jesús ya pagó por tus pecados en la Cruz, sólo falta que tu des el paso de arrepentirte de éstos y aceptarle como el Señor y Salvador de tu vida, para que de esta forma él te pueda otorgar el perdón y la vida eterna ¡¡¡desde ahora!!!. Recuerda que él viene a la vuelta de la esquina y no por la calle, es decir, le veremos aparecer en el instante menos pensado.
Si de momento has decidido realizar un verdadero compromiso con el Señor Jesucristo y si no tienes palabras para dirigirte a él, te animo a recibirle haciendo la siguiente oración en voz alta:
“ Dios mío, gracias por tu amor hacia mi. Reconozco que hasta ahora anduve lejos de Ti viviendo a mi manera… Te confieso todo el mal que hice. Creo que Jesucristo, tu Hijo, me puede perdonar y salvar… Ven Señor Jesús y entra en mi vida, Amén”.
La palabra enseña que si has realizado esta oración de corazón colocando tu fe en Jesucristo, eres salvo y por ende pasas a ser hijo de Dios, ante lo cual no te olvides de este importante día,… día en que has nacido a la nueva vida…..la cual es la vida eterna.

La Fuente del Agua: Exodo 30:17-21


El agua es símbolo de purificación. Cada sacerdote estaba obligado a lavarse los pies y las manos antes de entrar y oficiar en el lugar santo del santuario. Los que oficiaban en el santuario debían estar limpios de cualquier contaminación. En el Nuevo Testamento el agua representa la presencia del Espíritu Santo en cada creyente. En Juan 7:38-39 Cristo se refiere a la recepción del Espíritu Santo en cada creyente, simbolizando a Cristo como la fuente de agua viva que santifica.
Es decir, fuera del templo habían dos utensilios: El altar del sacrificio que significa a Cristo como nuestra justificación, y la fuente del agua que significaba a Cristo como nuestra santificación. Así lo dice 1 Corintios 1:30: "Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, él cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención." Debemos hacer la diferencia entre la santificación instantánea que recibimos cuando somos salvos y la santificación que Dios obra a través de su Espíritu diariamente.

En Juan 13 el Señor Jesús mismo nos muestra la significación de la Fuente de Bronce. Al celebrar la ultima cena con sus discípulos, Él se levanta de la mesa y se pone a lavar los pies de ellos. Pedro no quería que lo hiciese con él, pero Jesús le dice: "El que esta lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues todo esta limpio" (v.10).
Para aquel que tiene todo el cuerpo lavado, es decir, que ha pasado por el nuevo nacimiento a la conversión no es necesario repetir lo que ha sido cumplido una vez para siempre (Tito: 3:5); pero ocurre demasiado a menudo que el creyente, a causa de la carne que está aun en él, ha pecado, ha manchado sus pies en el camino. No se trata entonces de ser "convertido" de nuevo, sino de que sus pies sean lavados. El Señor muestra por medio de la Palabra en que se ha faltado; luego es preciso confesar su falta a Dios (1 Juan 1:9) y recordar que por ese pecado Cristo murió (véase también la figura de la novilla roja en Números 19). Una vez que el rescatado lavó así sus pies, puede tener parte con el Señor, es decir, gozar de la comunión con Él.


¿ Cómo Salió el Pueblo de Israel de Egipto?


Éxodo 3:1-6, 14
Dios llamó a Moisés al servicio desde una "zarza ardiente". Jesús es el gran YO SOY. Jesús es quién se le apareció a Moisés como "el ángel del Señor."¿Has escuchado acerca de Moisés y la zarza ardiente? Éste es un hecho acontecido que se describe en la Biblia en Libro del Éxodo. Moisés había crecido en Egipto en un palacio del Faraón. Cuando tenía 40 años, se escapó de Egipto porque mató a un egipcio que estaba golpeando rudamente a un Israelita. Moisés pasó otros 40 años en el desierto con los Madianitas. Fue aquí que Dios trabajó en Moisés y le enseñó lo que necesitaría saber para ser un líder, un líder para liberar a los Israelíes de la esclavitud en Egipto.
Un día Moisés vio algo inusual. Él vio un arbusto que parecía estar prendido en fuego, pero no se estaba quemando. Era el ángel del Señor. Fue en nombre de Dios. Fue Jesús (antes que alguna vez viniera a la tierra, había existido desde siempre) quién llamó a Moisés. Moisés le respondió, Aqui estoy.
Éxodo 3:5-6
Moisés tuvo miedo porque se dio cuenta que a quién había visto y quién le había hablado era Dios, quien lo estaba llamando para servirle. Él quería que Moisés fuese el líder de los Israelíes, para que dejaran de ser esclavos en Egipto para servir a Dios en la Tierra Prometida. Moisés inventó excusas, pero finalmente se dio cuenta que él no podía no responder el llamado de Dios para servirlo. Moisés le dijo a Dios “He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿ Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?”(Exodo 3:13), a lo cual Dios le respondió con una palabra que ahora llamamos Jehová (de YAHWEH), la cual significa Yo Soy El que Soy ( Más literal es Soy Seré). Este nombre significa que Dios había vivido por siempre; el Alfa y la Omega; Principio y Fin. ¡¡Jesús es el gran YO SOY que habló a Moisés en el arbusto ardiente!!. El es la imagen del Dios Padre Invisible, jamás visto (Colosenses 1:15; 1 Timoteo 1:17; 6:16)Como Cristianos, somos llamados a servir a Dios también. Podemos poner excusas y decepcionar a Dios, o podemos hacer todo lo posible para servirle. Algunos Cristianos son llamados a áreas especiales de trabajo para Dios y volverse pastores y misioneros. Pero lo que estoy hablando ahora no es eso. Estoy hablando de cada Cristiano, donde cada uno es llamado por Dios para servirle, no necesariamente en los lugares más vistosos, tales como en la escuela, en el trabajo, etc. Podemos servir a Dios de diferentes formas, inclusive con tan sólo dar un buen testimonio ante quienes nos rodean, lo que por cierto es ser el reflejo de quién vino a morir por nosotros, y que siempre será una puerta abierta para hablar de Nuestro Señor y llevar gente a él.
Ahora, volviendo a la salida (Exodo) de Israel desde Egipto, sabemos que los Israelitas residentes en Egipto se hallaban esclavizados por el faraón. Poco antes del nacimiento de Moisés, el faraón había ordenado dar muerte a todos los varones Israelitas recién nacidos, con objeto controlar la natalidad del pueblo de Israel, que por lo demás era un método muy cruel, tal como lo señalamos el mes anterior (Ver Link Noviembre 2005). La Madre de Moisés para salvar a su hijo, le colocó en una cesta de papiro que echó al Nilo, episodio que fue observado por su hermana Miriam (Éx.2:4; Nu.26:59). Fue rescatado por la hija del faraón, que crió al niño como si fuera suyo. Moisés mató a un egipcio que a su vez había asesinado a un Israelita, por lo que hubo de huir de Egipto. En el exilio, Moisés fue pastor toda su vida. A los 80 años, tal como se mencionó anteriormente, Jehová se le apareció en una zarza ardiente y le ordenó volver a Egipto y salvar a su pueblo de la esclavitud. Una vez hecho esto, debía guiarlos hacia la tierra de Canaán, donde debían instalarse de forma permanente. Para ayudarle en el proyecto, Jehová otorgó a Moisés el poder de realizar milagros. Moisés se presentó ante el faraón junto con su hermano Aarón pero a pesar de los milagros realizados azotando a los egipcios con una serie de plagas, el faraón se negó a liberar al pueblo de Israel. Al final, aceptó que Moisés condujera a los Israelitas fuera de Egipto, camino de Canaán. Al aproximarse al Mar Rojo, un ejército egipcio enviado por el faraón se les aproximó. Moisés extendió su brazo, y Jehová dividió el mar formando murallas de agua a la derecha e izquierda. Los Israelitas cruzaron el tramo, pero cuando los egipcios intentaron seguirles, las murallas de agua cayeron sobre ellos y los ahogaron. Al llegar al pie del monte Sinaí, en la península homónima, Moisés subió a la cima para hablar con Jehová. Estuvo con él por 40 días y 40 noches y recibió dos tablas de piedra en las que estaban escritos los Diez Mandamientos, fue así como finaliza el período en el cual reinó la muerte, iniciado con la caída de Adán y Eva, comenzando de esta forma a Reinar la Ley. A su vez este reinado termina con la venida de Nuestro Señor Jesucristo, donde comienza a Reinar la Gracia (Favor gratuito e inmerecido de la salvación que otorga a todo aquel que le recibe por fe y le sigue).(Romanos 5:12-21).

Palabras Finales


¡Que mes tan importante el que se inicia para todo el pueblo de Dios!, ya que se recuerda el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, fecha en la cual, por lo demás comienza a reinar la Gracia (Romanos 5:21). Les deseamos en el amor en Cristo Jesús, que pasen una muy feliz Navidad junto a sus seres queridos y que el nuevo año que se aproxima este colmado de bendiciones.