Génesis 1: 26 “ Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…”, Esta frase denota que Dios cuando lo creó todo ya estaba en presencia de alguien más.., ¿quién más que él, si el Alfa y la Omega, principio y fin sólo es Dios?, la respuesta es: ¡el Espíritu Santo y Jesucristo!. En otro pasaje se lee lo siguiente: “…Santo, santo, santo, es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir “ (Ap 4:8). Aquí nuevamente se confirma que Dios, no obstante ser único, existe en tres personas; Santo el Dios Padre, Santo el Hijo y Santo su Espíritu, dónde el que ha de venir es Jesucristo. En si, toda la palabra de Dios es una evidencia y testimonio de la preexistencia del Señor Jesucristo, tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento; dónde en el A.T. se declara en profesías el nacimiento y reinado del Mesías (Ejem. Isaías 7:14; Isaías 9:6 (750 A.C.)), la pasión y muerte del Siervo de Jehová (Ejem. Salmos 38, Isaías 53) también se relatan episodios de Jesucristo en la persona del Angel de Jehová interactuando con los patriarcas tales como Moisés (Exodo 23:20-21), con Josué (Josué 5:13-15), siervos como Gedeón (Jueces 6:11-22), Manoa Padre de Sansón (Jueces 13: 1-25) etc., y en el N.T. el mismo Señor Jesucristo lo señala en Juan 8:58, autodenominándose, por lo demás como el gran Yo Soy; “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo; Antes que Abraham fuese, Yo Soy” (Del Hebreo YHWH= JHVH=JEHOVA= Yo Soy).
Por otra parte es importante tener en claro que tal como se señala de Jesucristo en Colosenses 1:15 “El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura.”, dónde en este importantísimo versículo podemos dar la solución a la gran contradicción en la que se han envuelto muchos, cuestionando la Deidad de Nuestro Señor Jesucristo argumentando que Dios jamás a sido visto (1 Timoteo 6:16, etc.), no obstante Moisés entre otros Patriarcas y Profetas le vieron cara a cara (Exodo 33:11; Deutereonomio 34:10, etc), siendo verdaderamente a Dios a quién vieron, quien es Jesucristo imagen del Dios Padre jamás visto..¡¡que grandioso!!..¡¡alabado sea nuestro Señor Dios Todopoderoso!!!.
La bendición que nos conlleva tener claro lo anterior, es darnos cuenta que Jesucristo siendo Dios, no obstante serlo “…. no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filpenses 2:6-8). ¡¡¡ Que tremendo acto de amor!!!, ¿ Tú te convertirías en una hormiga ?, ¡¡ por supuesto que no !! y además que te dejaras pisotear, ¡¡¡jamás!!! Ni siquiera esta comparación se le acerca al ser Dios y convertirte en un hombre y ser humillado como él lo fue, tomando nuestro lugar en la cruz, lugar que nosotros merecíamos, para comprar de esta forma los pecados de toda la humanidad, otorgándole el perdón y salvación a aquellos que le reciben por fe: Lucas 10:16 “ El que a vosotros oye, a mi me oye, y el que a vosotros desecha, a mi me desecha; y el que me desecha a mi, desecha al que me envió”; Juan 13:20 “ De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mi; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.”
Si tu pregunta es que tienes que hacer para recibir a Cristo en tu corazón y obtener el perdón de tus pecados y por ende la vida eterna, sólo tienes que realizar un compromiso a través de una sencilla oración en voz alta (Romanos 10:9 Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo) y seguir a Cristo, leyendo su palabra, siendo obediente y congregándote en una Iglesia que proclame y exalte únicamente el Nombre del Señor Jesús (Iglesia Cristiana) . Si no tienes palabras de momento para expresarte y si Dios te habla en este momento, por medio de este mensaje, recíbele, haciendo la siguiente oración:
“ Dios mío, gracias por tu amor hacia mi. Reconozco que hasta ahora anduve lejos de Ti viviendo a mi manera… Te confieso todo el mal que hice. Creo que Jesucristo, tu Hijo, me puede perdonar y salvar… Ven Señor Jesús y entra en mi vida, Amén”.
La palabra enseña que si has realizado esta oración de corazón colocando tu fe en Jesucristo, eres salvo y por ende pasas a ser hijo de Dios, ante lo cual no te olvides de este importante día,… día en que has nacido a la nueva vida…..la cual es la vida eterna.